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La enteroscopia: la respuesta para analizar el intestino delgado

La enteroscopia: la respuesta para analizar el intestino delgado

¿Sabías que hay un órgano del aparato digestivo, quizá el más importante, y al que menos acceso se puede tener por cómo está constituido? ¡Hablamos del intestino delgado! El intestino delgado es un tubo que conecta al estómago (a través del duodeno) con el colon (a través del íleon). No solo hablamos del tubo digestivo más largo (mide alrededor de seis metros), sino del que tiene mayor responsabilidad del tracto digestivo: la función principal del intestino delgado es absorber los nutrientes de los alimentos.

Ésta no es una tarea fácil. Para poder cumplir su misión, el intestino delgado se conforma de vellosidades que permiten un mayor contacto con los alimentos. Asimismo, en la primera parte del intestino delgado, las grasas de los alimentos son disueltas gracias a la bilis. Finalmente, los alimentos cuyos nutrientes ya fueron absorbidos recorren todo el intestino delgado para llegar al intestino grueso y ser desechados.

Aunque mucho se habla de las afectaciones que puede tener el intestino grueso, poco se habla sobre las del intestino delgado, sobre todo porque pocos estudios pueden analizarlo. Uno de estos estudios es la enteroscopia. Este procedimiento ayuda a encontrar problemas dentro del intestino delgado, como la enfermedad celiaca, enfermedad de Crohn, enfermedad de Whipple o alguna inflamación u obstrucción. A diferencia de la cápsula endoscópica, este estudio permite hacer análisis de tejidos.

En la enteroscopia se inserta un endoscopio, ya sea por la boca o por el recto. Una particularidad del endoscopio es que tiene unos globos que se inflan para poder analizar mejor las paredes del intestino delgado. Este procedimiento requiere anestesia, pero permite diagnosticar alguna enfermedad intestinal sin ninguna incisión requerida.

El tipo de enteroscopia dependerá de qué parte del intestino delgado quiere revisar el médico. Por lo general, se puede necesitar la enteroscopia cuando hay sangrado, alguna sospecha de obstrucción o, incluso, cuando hay un recuento alto de glóbulos blancos o algún indicio de desnutrición. Como en varios estudios, el paciente debe prepararse, no ingiriendo alimentos horas antes del mismo y suspendiendo algunos medicamentos (por ejemplo, anticoagulantes).

Aunque el procedimiento puede ser incómodo (sobre todo porque al finalizar la enteroscopia, el paciente puede tener algunas molestias relacionadas con el aire que se bombea en el abdomen) y depende mucho también de la anatomía del paciente, la enteroscopia puede ayudarnos a analizar los tejidos del intestino delgado y a tener un mejor diagnóstico de este órgano.

El estudio del intestino delgado, a pesar de sus complejas características, es indispensable. Recuerda: ante cualquier síntoma, no te automediques y consulta a un especialista. En Gastro Salud, estamos comprometidos con tu salud digestiva.

Fuentes:

Blancas-Valencia, J. (2013). Enteroscopia. Revista De Gastroenterología De México, 78, 51-53. doi: 10.1016/j.rgmx.2013.06.034.

Conozca su Aparato Digestivo. (2021). Fundación Española del Aparato Digestivo. Recuperado el 24 de junio de 2021: https://www.saludigestivo.es/conozca-su-aparato-digestivo/#intestino-delgado.

Enteroscopia. (2021). MedlinePlus enciclopedia médica. Recuperado el 24 de junio de 2021: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003889.htm.

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